Xenia
Equipo Psintonia
Además de psicóloga soy amiga, novia, amante, hija, soy curiosa, me enfado, río, lloro, me siento amada, incomprendida, realizada, frustrada, agradecida y por suerte, no lo sé todo… Al igual que tú soy persona, y como tal, soy todo esto y mucho más.
Para presentarme, os contaré una historia…
Ocurrió en un taller de formación, en el que las personas habían venido de todas partes.
La noche antes de marchar cada uno hacia su lugar, decidieron bajar a la playa.
Era de noche, pero habían salido las estrellas y querían nadar en la cala, como habían hecho muchas veces antes. Lo que no sabían era que la marea había cambiado y traía fuertes corrientes.
Sonriendo y riendo, algunos entraron en el mar y comenzaron a nadar, pero quedaron atrapados en la corriente, que los alejaba de la orilla. Algunos lograron alcanzar la orilla y se quedaron allí junto con los que no habían entrado, observando a los nuevos amigos, que eran arrastrados hacia el mar. Se sentían completamente impotentes e incapaces de hacer nada al respecto.
Las personas que quedaron atrapadas en la marea, en el mar, no podían regresar. Se sentían completamente solos y creían que iban a ahogarse.
No se sabe quién lo hizo, pero una de las personas que estaba en la orilla dijo: “vamos a enlazar nuestros brazos y formar una cadena”. Entonces, todos juntos, entraron caminando muy lentamente en el mar, apoyándose los unos a los otros, siendo capaces de llegar hasta cada uno de ellos y llevarlos a todos a la orilla.
Extraído del libro: “Supera tu pasado” – Francine Shapiro
A veces, en nuestra vida, podemos sentirnos como estas personas, inmersos en una fuerte corriente (tristeza, rabia, frustración, miedo…) de la que no conseguimos salir solos. Junto con mis pacientes, construimos esa cadena de brazos enlazados entre la historia pasada que no les deja avanzar, el presente en el que se sienten ahogados, y el futuro que quieren alcanzar.
En cada uno de mis posts, compartiré pequeñas cosas que me inquietan, emocionan, alegran y un pequeño salvavidas para que te puedas agarrar a él.
“Cualquier fracaso que podamos sufrir en la vida, lo podemos convertir en un pequeño éxito si seguimos el camino adecuado. Sigue caminando” – Michelangelo Saez.