¿Cómo respiramos? Hay diferentes tipos de respiración, la más frecuente y automática (la que solemos utilizar) es la pulmonar.
La respiración que os recomendamos y de la que vamos a hablar en este post es la respiración abdominal o diafragmática, porque entra más oxígeno. Con esta respiración activamos el sistema nervioso parasimpático (encargado de provocar o mantener un estado corporal de descanso o relajación) y actuamos sobre el nivel de estrés de nuestro organismo, disminuyéndolo.
Es un recurso muy útil ya que conseguiremos que se produzcan cambios químicos.
Cuando estamos nervios@s, con estrés, ansiedad o malestar, nuestra respiración se acelera, podemos darnos cuenta o no, pero lo que sucede es que nuestro cerebro detecta algún peligro (real o imaginado), activa nuestra respiración y después otros mecanismos: nuestro corazón va más rápido, el flujo de sangre también, tenemos calor, presión en el pecho… es algo instintivo, nuestro organismo se prepara para poder correr y escapar del peligro.
Como lo primero que se activa es la respiración, también es lo primero que podemos desactivar. Químicamente le estaremos mandando un mensaje al cerebro: estamos bien, a salvo, ya no hay peligro, así haremos que no se sigan desencadenando las siguientes reacciones corporales o que se vayan desactivando. Esto lo podremos hacer respirando más despacio, conectando con la respiración para pasar de algo automático a manual.
Pasos para la respiración abdominal:
Túmbate o siéntate apoyando todo tu cuerpo, en una posición cómoda.
Coloca una mano en el pecho y otra en tu barriga.
Al coger aire, hazlo por la nariz, al soltarlo, hazlo por la boca.
Intenta que al soltar el aire sea un poco más despacio que al cogerlo, por ejemplo puedes contar hasta 4 al inspirar y hasta 5 al expirar.
Imagina que tienes un globo en la barriga e intenta hincharlo llevando ahí todo el aire.
Para ayudarte, te dejamos este vídeo del pez coterapeuta:
Cuando el pez suba:
1.- 👃 COGE aire por la nariz
2.- 😶 RETÉN el aire y
3.- 👄 SUELTA el aire por la boca mientras vaya bajando el pez
Sigue los pasos mientras miras al pez al menos 10 minutos.
Así realizarás un ejercicio de respiración, relajación y calmarás tu mente.
Recursos para la respiración:
1. El olor
Su título va aAl respirar, podemos utilizar un olor cuando cogemos aire por la nariz. Aconsejamos que sea un olor nuevo, agradable y suave. También algo que sea pequeño y puedas llevar encima: un perfume, un trozo de jabón, ambientador, crema de manos, cacao para labios… Oler algo agradable desactiva una parte del cerebro: la amígdala y ésto es importante porque la amígdala está relacionada con el miedo, por lo que conseguiremos estar más tranquil@s. Haz el mismo ejercicio de antes e incorpora el olor, también puede que observes que te resulta más fácil llevar el aire al diafragma.quí
2. Las pompas
Haz el ejercicio de respiración abdominal y cuando vayas a expulsar el aire por la boca, intenta hacer una pompa lo más grande que puedas, al principio saldrán muchas pompas o ninguna, es normal ¡requiere práctica! pero así respirar es más entretenido y además, focalizamos la atención consciente en el presente. Si lo pensamos, justo aquí y ahora no está pasando nada, no hay ningún peligro.
Esperamos que estos recursos para respirar te resulten útiles, aquí te dejamos dos más para ampliar información: un vídeo y un libro.
El libro «Respira» de Camilo Calle
Este libro recopila diferentes técnicas de respiración consciente.
«Una respiración mejor regulada, más profunda y ralentizada tiene un gran poder para calmar la mente y pacificar las emociones».